domingo, 3 de abril de 2011

Recuerdo que al llegar ni me miraste...

Me quedo quieta. Tu estás ahí.
Me miras. Me ves. Sonríes. Te vas.
Y así es lo mismo, día tras día. Y yo sigo callada, faltaría más.
Recuerdo tus ojos, tus tonterías. Sonrío al recordarte.

Me encanta decirte indirectas que a la vez son muy directas, aunque no sé si tu lo ves de esta manera. Dedico demasiado a imaginar que estás conmigo.
Te me acercas, me hablas, me miras, me sonríes. Si no estás, te busco entre la gente, marcas tanto la diferencia que puedo reconocerte fácilmente.

Has sido una prohibición para mí, des del primer día. Eso se acabó.

Jugando me rozas con tu mano, me coges y no me sueltas. Lo que parece un juego, para mí es una realidad.

 

Con las ganas - Zahara
 

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